En un inicio el traslado de carga se vería ampliamente favorecido, esencialmente acercando el puerto de Manzanillo con el norte de México o incluso con Texas. Y si bien, es estratégico el tren de carga, principalmente por el abaratamiento de costos de traslado, en una economía del conocimiento, el verdadero potencial es el tren de pasajeros.

Desconozco los detalles técnicos, pero me parece que mientras no hablemos de un tren rápido no debería de haber problema utilizando las vías. Posiblemente habría que plantearse al menos una doble vía en todo el recorrido.

Aquí ve una gran oportunidad para ambas ciudades así como para la región de los Altos. Si bien, este corredor no es igual de transitado como CDMX-Guadalajara aún tiene un buen potencial para el desarrollo de un tren regional, espacialmente por la escasa distancia entre ambas ciudades, poco menos de 200 km y el notable dinamismo económico.

Además, en la región de los Altos hay ciudades intermedias que forman parte de una integrada región socioeconómica alrededor del corredor del tren, muchas de las cuales podrían estar servidas por el servicio de pasajeros:

Tepatitlán | 141,000 habitantes

San Juan de los Lagos | 69,000 habitantes

Encarnación de Díaz | 53,000 habitantes

Bien coordinado y planeado el tren debería de poder llegar de Guadalajara a Aguascalientes con las tres paradas planteadas en menos de dos horas, quizá se podría conseguir en 1.5 horas. Lo más importante sería tener trenes frecuentes, no menos de cada dos horas.

La conectividad y confiabilidad del tren transformaría las estructuras urbanas. Garantizando una gran integración económica de toda la región, incluso podría ser frecuente que personas viajen diario al trabajo con este tren, al menos a la ciudad más cercana como Encarnación-AGS y Tepatitlán-GDL.

Y este constante flujo de personas también lo es de capital cognitivo, facilitando la generación de conocimiento y el desarrollo económico subsecuente, algo que demanda el siglo XXI.

Sin embargo, un elemento crítico para el éxito de estos trenes es la ubicación de las estaciones. Sólo hacen sentido cuando comunican los centros de las ciudades, conectar las periferias no tendría sentido e implicaría un gran potencial perdido. Tanto Guadalajara como Aguascalientes gozan de un derecho de vía próximo a sus centros históricos y distritos financieros (quizá Chapultepec sea lo más parecido que tiene Guadalajara a uno).

En el caso de Tepatitlán, San Juan de los Lagos y Encarnación de Díaz el tren será la oportunidad para la creación de nuevos distritos o la regeneración de algunas zonas próximas a la estación de tren, aunque no se debe de olvidar la importancia de ubicarla lo más cercana posible al centro histórico.

Aunque ya lo abordaré en un futuro, una cuestión crítica en las estaciones de Guadalajara y Aguascalientes sería la conexión con la red de transporte público masivo.

En Guadalajara no debería de ser muy complicada la transferencia con la Línea 1 de tren y el Macrobús, y en su momento con una hipotética Línea 4 (o suburbana/cercanía) que podría tener una ramal al Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo. Todo esto en una gran estación en Agua Azul.

Por su parte Aguascalientes tendría la excusa perfecta para iniciar su red de transporte público rápido, por lo menos con una ruta oriente-poniente por Alameda y López Mateos. Algún proyecto interesante se tendrá que hacer para construir una nueva estación en Tres Centurias.

Finalmente estos son los grandes proyectos que desarrollan a la región, será importante impulsarlos. Veremos si la alianza Centro-Bajío-Occidente tiene la capacidad de invertir y coordinarse. Estos son solo unos de mis pensamientos al respectos ¿Te parece relevante el desarrollo de este tren?